Fue este mismo año cuando Argentina sorprendió al mundo con la inauguración del Tren de la Quebrada, uno de los primeros trenes solares del planeta y el primero en América Latina. Este proyecto fue, como es lógico, aplaudido por su innovación en energías renovables y su compromiso con el medio ambiente.
Sin embargo, a pesar del impacto en términos de sostenibilidad, el tren ha generado una fuerte controversia a nivel internacional. El motivo no es otro que su origen chino, ya que fue construido por una de las mayores empresas de material rodante del mundo: Corporation Limited con sede en Pekín. Algo que… no ha gustado del todo.
El Tren de la Quebrada: tecnología limpia en la Quebrada de Humahuaca
El Tren de la Quebrada recorre un trayecto de 41 kilómetros en su primera fase, conectando pequeños pueblos del norte argentino y con planes de expansión a 90 kilómetros en el futuro.
Con capacidad para 70 pasajeros y velocidades de hasta 50 kilómetros por hora, este tren destaca por su aspecto ecológico, y también por el rescate de vías ferroviarias que llevaban 30 años en desuso.
Este tren se alimenta mediante baterías de litio que se recargan en estaciones provistas de energía solar de parques como el de Cauchari. Las baterías permiten una autonomía de entre 100 y 120 kilómetros, lo que lo convierte en un medio de transporte autosuficiente y respetuoso con el entorno, algo ideal para preservar la belleza natural de la Quebrada de Humahuaca, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La relación con China: una piedra en el camino para Argentina
A pesar del evidente avance en términos de innovación y sostenibilidad, el origen chino del tren ha generado rechazo a nivel internacional. La empresa CRRC, que fue responsable de la fabricación de los vagones y la tecnología del tren, ya había tenido relación con Argentina desde 2014, cuando adquirió parte de los Emprendimientos Ferroviarios del país.
El problema radica en que muchos ven este proyecto como parte del creciente idilio entre Argentina y China en el ámbito de las energías renovables. China también fue responsable de la construcción del parque solar Cauchari, de donde se “alimenta” el tren.
Las críticas ambientales: el dilema del litio por delante
Otro aspecto polémico en torno al Tren de la Quebrada es el uso de baterías de litio, que, si bien son fundamentales para su funcionamiento, han levantado críticas por el impacto ambiental asociado a su extracción.
La minería del litio es conocida por su alto consumo de agua, un recurso escaso en muchas regiones, incluida la provincia de Jujuy, donde se asienta el tren. Para extraer una tonelada de litio se necesitan millones de litros de agua, lo que ha generado preocupaciones entre los lugareños.
Además, la expropiación de tierras para la construcción de las estaciones del tren ha provocado desalojos, lo que ha hecho que las críticas se multipliquen-
¿Innovación o dependencia? E aquí la gran cuestión a tener en cuenta
El proyecto del Tren de la Quebrada plantea un dilema sobre el propio futuro de la movilidad sostenible. Por un lado, es un avance en la electrificación del transporte público y la reducción de emisiones de CO2.
Por otro lado, su fuerte conexión con China y la dependencia del litio, un recurso natural que Argentina apenas refina, plantea dudas sobre la autonomía real del país en cuanto a sus recursos y tecnología.
Es así: un gran futuro brillante, pero también incierto
El Tren de la Quebrada es, sin duda, un símbolo del avance de Argentina hacia un futuro más verde. Sea como sea a medida que el tren comienza su recorrido, la polémica sobre su fabricación y los métodos empleados para su funcionamiento siguen ahí.
El mundo puede aplaudir el esfuerzo de Argentina en la innovación verde, pero también ver cómo gestionará los riesgos que vienen de la mano de este proyecto.
Fuente: Agencia de Turismo de Humahuaca
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