—¿Cuáles son las principales revelaciones que da a conocer el material que venís publicando en tu canal sobre Milei?
—En el primer informe, que publiqué el 1 de octubre (https://bit.ly/Moras1) describo los aspectos generales de una operación de inteligencia privada que anticipó Hugo Alconada Mon en cuatro de sus columnas en La Nación. La misma consistió en un grupo de profesionales, argentinos y extranjeros, que simularon proyectos de negocios e inversión para conseguir reuniones con personas del entorno de ciertos candidatos presidenciales y exponer su disposición a recibir financiamiento ilegal. En esa oportunidad me limité a relatar, sin dar nombres, el contenido de una serie de nueve clips a los que tuve acceso, junto a otros periodistas, que me consta que también los recibieron. Se trataba de alguien que conoce muy bien a Javier Milei, con quien cultivó un vínculo personal y profesional durante varios años. En ese encuentro, al parecer una cena, dicho individuo dialogaba en inglés con un interlocutor con voz distorsionada por edición, sobre una serie de tópicos controvertidos: El crecimiento patrimonial de Milei desde que entró a la política, la venta de candidaturas, la posibilidad de cobrar sobornos en las cuentas Offshore de su padre Norberto Milei en Estados Unidos, el apoyo económico a su candidatura por parte de grupos religiosos de ultraderecha, con sede en México y una alianza compartida con el clan Bolsonaro, en Brasil. Finalmente, la presunción de que detrás de esta organización mexicana, presumiblemente El Yunque, se encuentran cárteles dedicados al narcotráfico. Yo decidí no publicar los videos por tratarse de una persona ajena a La Libertad Avanza.
Milei y el crimen organizado
—Menos de una semana después del primero, publicaste, el mismo día, dos informes más
—Sí, en el segundo, que publiqué, el 6 de octubre (https://bit.ly/Estafapiramidal), recojo una grabación en video de Juan Malaspina, director de la controvertida marca CoinX, hoy investigada por la Justicia por estafa a los usuarios de su criptomoneda. Malaspina confirma que Javier Milei, cuando ya era diputado, cobró 40 mil dólares por promocionar su negocio (un Esquema Ponzi de manual) en sus redes sociales, recomendando sus servicios a todos sus seguidores. Milei había declarado en una entrevista con Ernesto Tenembaum en Radio con Vos que CoinX no estafó a nadie, lo que es mentira, puesto que desaparecieron los fondos de todos los clientes. También hizo gala de su tradicional victimismo para alegar que nunca trabajó para la empresa, pero Malaspina contradice su versión. Los hechos hablan por sí solos: Milei utilizó su reputación como político y economista famoso, para promover un fraude contra la propiedad privada que jura defender. En el tercero, del mismo día, explico la polémica figura de Mariano Gerván, un exfuncionario macrista con antecedentes judiciales por canje irregular de pasajes del Congreso y por haber seguido cobrando un salario como funcionario, después de haber cesado funciones. Gerván se convirtió en la mano derecha del seudolibertario Carlos Kikuchi en el diseño de la estructura territorial de La Libertad Avanza, dotando a la coalición de nutridos contactos y alianzas con todo tipo de exponentes de la más rancia casta estatal. Luego expongo una grabación en video donde se lo ve negociando con otro interlocutor de voz distorsionada, en lo que parecería ser una obscena gestión de un soborno de entre 2,5 y 5 millones de dólares para el líder derechista (https://bit.ly/Gervan), a cambio de información privilegiada y favores políticos cuando llegue al gobierno.
—¿Y el último?
—En el cuarto y último, presento una grabación en video de la misma fuente donde puede observarse a Lilia Lemoine, candidata a diputada nacional y maquilladora personal de Milei, explicándole en inglés a otra persona que mantienen una relación íntima, y a partir de ello, gestionando la recepción de donaciones ilegales, “dinero por debajo de la mesa” (sic) para la campaña. Se trata de la misma influencer que publicitó tratamientos seudocientíficos para cambiar el color de ojos que han dejado ciegas a las víctimas, como reseñó la revista Caras.
—Las cámaras ocultas parecen demostrar que Milei tomó un curso acelerado en las peores prácticas de la construcción política. ¿Pensás que es algo inherente a este tipo de armados, inevitable incluso, a lo que fue llevado en su afán de posicionarse, o que es algo que ya estaba inscripto de alguna manera en su ADN?
—El eminente sociólogo y filósofo liberal inglés Herbert Spencer les dedica el primer capítulo de su providencial obra El hombre contra el Estado a los Nuevos Conservadores. Ya en 1884, Spencer identificó al Partido Liberal británico como una trampa del sistema político, para blindar el crecimiento exponencial del Leviatán estatal y neutralizar a los movimientos que lucharon exitosamente por su limitación en décadas previas. Él había sido un entusiasta promotor de los Whigs, pero en su senectud concluyó que los políticos liberales, a medida que más cargos conquistaron, sucumbieron a los incentivos de cualquier burócrata. Prometieron bajar impuestos, derogar leyes, regulaciones, aranceles y prohibiciones, pero terminaron haciendo todo lo contrario, a tal punto que no sólo se asociaron con los tories/conservadores para multiplicar el poder institucional en detrimento del mercado y las libertades individuales, sino que los superaron en creatividad y malicia en materia de imposiciones. Por eso Spencer exclamó: “La función de los liberales en el pasado ha sido abolir la tiranía de los reyes. El deber del liberalismo del futuro será combatir el despotismo de los parlamentos”, depositando su esperanza mucho más en la acción social y cultural que en la incursión política. Creo que la historia le ha dado la razón. Adhiero a la definición de Borges, que se definía como “un modesto anarquista spenceriano”. Le pongo más fichas a la desobediencia civil o la rebelión fiscal que a cualquier experimento partidario, condenado a la moderación y la desintegración moral desde el principio, como vemos con Milei. Este sistema caducó. Hay que buscar la libertad en sus grietas y tratar de ensancharlas.
—Es llamativa la coincidencia de la aparición de estas cámaras con las elecciones, y vale preguntarse sobre la finalidad detrás de una operación, que implica recursos y logística. ¿Podemos estar ante algún pacto que no se cerró o algún chantaje que quedó impago?
—Puede ser lo que vos decís. Pero todo queda en el terreno de la especulación. No tengo la menor duda de que escenas similares se producen diariamente en la intimidad de Juntos por el Cambio, o del peronismo. De hecho, todos lo sabemos. De todas formas, estoy seguro que es de interés público, poder constatar de primera mano cómo los autoproclamados salvadores de la Argentina, que vienen a terminar con las mañas de una élite corrupta hasta el tuétano, han adquirido todos sus pecados y se han fusionado con ella antes siquiera de pisar la Casa Rosada. Javier Milei es la mayor estafa de la historia reciente del país, y el daño que le está haciendo a la causa liberal es inconmensurable.
—Tus discrepancias con Milei, siendo como sos liberal, vienen de hace mucho. Afirmás que no es liberal. ¿Por qué?
—Milei abandonó el liberalismo progresivamente, hasta devenir un populismo conservador y mesiánico, que atenta no sólo contra los principios basales de nuestra filosofía, y mucho más con la corriente anarquista que supo cultivar, sino que contradice la sensibilidad liberal clásica. Quiere mantener la prohibición de las drogas, promete guerra contra el narco, léase encarcelar inocentes por delitos sin víctimas y restricciones migratorias. Reivindica a Cavallo, quien creó y subió impuestos más que nadie, para luego confiscar a los ahorristas. Trabajó con el represor sanguinario Antonio Bussi y lleva a su orgulloso heredero como candidato. Elogia al proteccionismo de Trump que antes criticaba y parece querer calcar su guerra comercial contra China. No hay que ser un experto para concluir que carece de cualquier tipo de coherencia.
—¿Arriesgás algún pronóstico para las elecciones?
—Creo que habrá una segunda vuelta entre Massa y Milei, y ganará Milei. Estamos ante una tormenta perfecta. El condicionamiento que Massa y Macri ejercerán durante su primer mandato, se conjuga con la dramática situación económica que recibe y la inexperiencia del sujeto. Sus promesas no serán cumplidas, y entre buena parte de sus votantes que lo defienden hoy con fanatismo ciego, veremos la violencia propia del fervor del converso. Serán años intensos, sumamente interesantes, pero probablemente tortuosos para quienes viven en Argentina. No es mi caso, pero de todas formas sigo los acontecimientos con gran expectación.
“Periodista, guionista y docente.
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