El dólar blue es el nombre que se le da al dólar que se compra y vende en el mercado ilegal o paralelo en Argentina, donde existe un control cambiario que limita la adquisición de divisas por parte de los ciudadanos. El dólar blue suele tener una cotización más alta que el dólar oficial, que es el que fija el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y al que solo pueden acceder las entidades financieras o de comercio exterior. La diferencia entre ambos tipos de cambio se conoce como la brecha cambiaria, que actualmente supera el 100%.
El dólar blue es un factor de desequilibrio económico en la Argentina porque refleja la falta de confianza en la moneda local, el peso, que se devalúa constantemente frente al dólar y genera una alta inflación. Además, el dólar blue influye en el precio de muchos bienes y servicios que se pagan en pesos, pero que se determinan según la cotización del dólar paralelo. Por ejemplo, el sector inmobiliario suele usar el dólar blue como referencia para fijar el valor de las propiedades. Asimismo, el dólar blue afecta a las expectativas de los agentes económicos, que buscan dolarizar sus ahorros o anticiparse a posibles devaluaciones del peso.
El origen del dólar blue se remonta al año 2001, cuando Argentina sufrió una grave crisis económica y social que provocó la salida masiva de depósitos bancarios y la imposición de un “corralito” que restringía el acceso al dinero en efectivo. En ese contexto, surgió un mercado informal de compra y venta de dólares, que se realizaba en lugares clandestinos conocidos como “cuevas”. Se dice que el término “blue” proviene del inglés “black market” (mercado negro) o del francés “blanchir” (blanquear), ya que se trata de una operación ilegal que evade los controles del Estado.
El dólar blue ha tenido diferentes momentos de auge y caída a lo largo de la historia reciente de Argentina, según las políticas económicas y las condiciones externas. Por ejemplo, en 2011, durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, se impuso un “cepo cambiario” que limitaba la compra de dólares a US$200 por mes por persona. Esto disparó la demanda y el precio del dólar blue, que llegó a superar los 15 pesos por dólar en 2015, mientras que el oficial estaba en 9 pesos. En 2019, tras la derrota electoral del presidente Mauricio Macri frente a Alberto Fernández, el dólar blue alcanzó los 65 pesos por dólar, mientras que el oficial estaba en 57 pesos. En 2020, debido a la pandemia del coronavirus y la crisis de deuda externa, el dólar blue llegó a cotizar a más de 190 pesos por dólar, mientras que el oficial estaba en 83 pesos. En 2021, el gobierno de Alberto Fernández ha intentado contener la brecha cambiaria con medidas como la reducción del impuesto a las compras con tarjeta en el exterior o la flexibilización del cepo para algunos sectores productivos. Sin embargo, el dólar blue sigue siendo una variable clave para la economía argentina.
La economía argentina se encuentra en una situación crítica debido al aumento del dólar blue, que refleja la desconfianza en el peso y la escasez de divisas. El dólar blue hoy cotiza a $1010 para la venta, mientras que el dólar oficial se mantiene en $365,5012. Esto implica una brecha cambiaria de más del 176%, una de las más altas de la historia.
El alza del dólar blue tiene múltiples consecuencias negativas para la economía argentina, tales como:
- Inflación: El dólar blue es un referente para la formación de precios de muchos bienes y servicios que se pagan en pesos, pero que dependen de insumos o costos dolarizados. Por ejemplo, el sector inmobiliario, los combustibles, los alimentos, los electrodomésticos, etc. Esto genera una mayor presión inflacionaria, que ya supera el 50% anual.
- Pérdida de reservas: El dólar blue incentiva la fuga de capitales y la demanda de dólares en el mercado oficial, lo que obliga al Banco Central a vender reservas para contener la suba del tipo de cambio. Sin embargo, las reservas netas del Banco Central son cada vez más escasas y se estiman en menos de US$ 7000 millones.
- Recesión: El dólar blue desalienta la inversión productiva y el consumo interno, lo que profundiza la caída de la actividad económica. La economía argentina lleva cuatro años consecutivos de recesión y se espera que este año se contraiga un 4%.
- Deuda: El dólar blue aumenta el costo de financiamiento externo y dificulta el pago de los compromisos con los acreedores. La Argentina tiene vencimientos de deuda por más de US$ 20.000 millones en 2023 y necesita renegociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un nuevo programa que le permita postergar los pagos hasta 2025.
Ante este panorama, el gobierno de Alberto Fernández ha tomado algunas medidas para intentar contener la brecha cambiaria y estabilizar la economía, como:
- Unificar el dólar ahorro y el dólar tarjeta: El gobierno oficializó la unificación del dólar ahorro, el dólar tarjeta y el dólar Qatar en un solo tipo de cambio, que asciende a $731. Esto implica una reducción del impuesto a las compras con tarjeta en el exterior del 65% al 50%, pero también una limitación a la compra de dólares para atesoramiento.
- Flexibilizar el cepo cambiario para algunos sectores productivos: El gobierno anunció una serie de medidas para facilitar el acceso al mercado oficial de cambios a algunos sectores exportadores e importadores, como el agropecuario, el industrial y el automotriz. Esto busca mejorar la oferta y la demanda de divisas y reducir las tensiones cambiarias.
- Reforzar los controles al dólar MEP y CCL: El gobierno dispuso una mayor fiscalización sobre las operaciones con dólares bursátiles, conocidos como MEP y CCL, que se realizan a través de la compra y venta de bonos o acciones. Estas operaciones permiten obtener dólares a un precio más alto que el oficial, pero más bajo que el blue. El objetivo es evitar maniobras especulativas y lavado de dinero.
Sin embargo, estas medidas no han logrado revertir la tendencia alcista del dólar blue ni generar confianza en los agentes económicos. Algunos analistas consideran que el gobierno debería realizar una devaluación del peso o implementar un plan económico integral que aborde los problemas estructurales del país. Otros advierten sobre los riesgos políticos y sociales que implicaría una mayor depreciación de la moneda local. Lo cierto es que el dólar blue sigue siendo una variable clave para la economía argentina y su evolución dependerá en gran medida del resultado de las elecciones legislativas del próximo 22 de OCTUBRE.
Allanamientos
se han identificado a varios sospechosos de operar con dólar blue en distintas cuevas de la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, en el marco de una serie de allanamientos realizados por la Policía Federal, la Aduana y el Banco Central. Algunos de los detenidos o imputados son:
- Ivo Esteban Rojnica, alias el “Croata”, considerado el principal operador de blue de la City, dueño de la cueva “Nimbus” ubicada en calle San Martín 140, piso 1912.
- P.D.H., un ciudadano argentino que fue detenido en la peatonal Florida al 300 con 1.896.000 pesos, 430 dólares, 10 euros, un teléfono celular, una máquina contadora de billetes y una CPU3.
- Tres ciudadanos chinos que fueron detenidos en el barrio de Belgrano con 700 mil dólares pegados al cuerpo3.
- Nicolás Bazán, un joven que fue aprehendido tras los allanamientos a las cuevas del centro de Mendoza, acusado de incrementar marcadamente su patrimonio durante el confinamiento y abrir nuevos comercios4.
- Martín Azar, Diego Sánchez, María del Milagro Martínez, Pablo Rueda y Melina Marisa Manelli, imputados por los allanamientos a las cuevas de Villa Belgrano, en Córdoba, donde se incautaron más de 100 millones de pesos y 300 mil dólares5.
Estas personas están acusadas de infringir la Ley Penal Cambiaria, que sanciona con multas y prisión de hasta ocho años a quienes realicen operaciones cambiarias ilegales. Los operativos buscan frenar las operaciones en el mercado informal de divisas y combatir la evasión fiscal y el lavado de dinero.
Por: Marcelo Abadié
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