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Eclipse total de luna

El Sol, la Tierra, y la Luna se alinearon esta madrugada para un eclipse lunar total que ocurre cuando la Tierra se mueve entre el Sol y la Luna llena. Como resultado, la Tierra proyecta una sombra gigante sobre la superficie lunar, lo que le da a la luna un llamativo tono rojizo y anaranjado, pero previo a ello, produce un oscurecimiento progresivo en la Luna, confirmó a AIM desde Misiones el director del Planetario de San Luis, Martin Fernández.

La “Luna de sangre” es una versión popular, dijo Fernández, quien destacó que a quienes están vinculados con la astronomía, les disgusta que se use ese término “porque no tiene nada que ver con la realidad, sino que hay una coloración entre rojiza y anaranjada por otros motivos”.

En realidad, “la Luna llena del domingo estuvo en unas horas previas al perigeo, por lo cual también se considera una Superluna, lo que significa que se ve más grande y brillante de lo normal porque está en el punto más cercano a la Tierra en su órbita, pero recién entramos en perigeo el lunes pasado el mediodía. Ese perigeo será de 360.000 km. Desde Puerto Iguazú, en Misiones, se vio magnifica”.

Fases

El eclipse penumbral se dio a partir de las 22:30 del domingo, y a las 23:30, se ingresó al eclipse umbral. En diálogo con esta Agencia, Fernández explicó que esta madrugada pudimos observar desde toda la Argentina " un espectacular eclipse total de Luna, que tuvo sus horarios centrales entre las 23:30 y las 03:00 de la madrugada, con un punto máxime del eclipse, que es el momento más importante, a la 01:11 de la madrugada".

Fernández explicó que un eclipse total de Luna sucede cuando en el espacio se alinean el Sol, la Tierra y la Luna, en ese orden, con la Tierra en el medio.

"Lo que sucede es que el Sol, como es una fuente de energía, genera luz e ilumina una parte de la Tierra, una mitad, y la otra mitad proyecta al espacio un cono de sombra de aproximadamente 16.000 km de ancho, por donde la Luna se cruza. Cuando la Luna ingresa en ese cono de sombra, vislumbramos un eclipse penumbral, que se dio a partir de las 23:30, cuando la Luna ingresó en la umbra terrestre".

Fernández agregó que "observamos a las 01:11 minutos, en el medio del cono de sombra que proyecta la Tierra., una Luna en un tono rojizo y anaranjado, donde vimos llanuras y mares. Cuando la luna salió al horizonte este, la luna estuvo en perigeo y un tiempo antes la vimos en tamaño grande, popularmente conocida como Super Luna".

En Abya yala

En América indígena los eclipses fueron temidos y estudiados y quedaron plasmados en mitos cosmogónicos tanto como en el resto del mundo, donde su influencia generalmente negativa fue en ocasiones determinante.

Los mayas y los aztecas dejaron narraciones sobre combates estelares entre dioses por obtener los mejores sitios en el universo.res

Los mapuches, por su parte, llaman a los ecliptos Lai antu o Lan antu, que hace referencia a la muerte o desaparición transitoria del astro, en particular el sol.

Según las crónicas de los momentos iniciales de la conquista, cuando Colón estaba en Panamá, los aborígenes, descontentos con la conducta de los españoles les negaron ayuda. Entonces Colón convocó a los caciques y les dijo que el dios de los cristianos estaba enojado porque habían dejado de ayudarlos, y que mandaría una señal en el cielo en forma de una Luna “airada e inflamada”.

Colón se refería a un eclipse que sabía se produciría, según narra su hijo en sus memorias. Cuando el eclipse llegó a su máximo, el Almirante dijo a los indios que había intercedido a favor de ellos ante su dios, prometiendo en su nombre que tratarían bien a los cristianos. Los invitó a observar juntos para ver el resultado de su súplica. Por supuesto la Luna se deseclipsó y los nativos volvieron a ayudar a los forasteros. El eclipse se produjo el 29 de febrero de 1504. Fue un eclipse total que pudo verse en buena parte del mundo.

Los mayas en particular tenían conocimientos astronómicos amplios; pero a nivel popular los eclipses generaban el temor que todavía puede verse entre nosotros, por ejemplo entre algunos campesinos que viven en contacto más estrecho con la naturaleza.

En el caso del eclipse lunar, los pueblos originarios de nuestro continente creían que afectaría principalmente a las mujeres, con la que pensaban que la luna estaba relacionada, por ejemplo en el ciclo menstrual. la Luna forma parte de la cosmogonía de la fertilidad humana y también de la naturaleza.

En las primeras décadas del siglo pasado, el teósofo alemán Rudolf Steiner retomó las ideas milenarias de la influencia de la luna sobre los hombres, evidente en la palabra "lunático" y también en "influenza", un nombre de la gripe porque se atribuía a la influencia lunar.

Steiner, uno de los creadores de la homeopatía, sostenía que las fuerzas cósmicas rigen nuestro destino personal y que el sol y la luna abren de las puertas de las influencias astrales La Luna y el Sol son los dos portales que nos conducen desde el cosmos hasta la vida terrenal y desde ésta de nuevo hacia la vida espiritual.

Por eso, los eclipses parecen interrumpir esas influencias de modo que no puede menos que ser perjudicial

Los pueblos originarios y los eclipses

Elisa Loncon, académica del Departamento de Educación de la Universidad de Santiago explica que un eclipse de sol o de luna implica la muerte pero también un ciclo nuevo, una interrupción del ciclo normal, una muerte que no es definitiva "Antü y Küyen son opuestos pero complementarios, ambos necesarios para mantener el equilibrio. El origen del pueblo mapuche está en el cielo, se reconoce a partir de la cosmogonía. Reconoce como primera familia espiritual a una pareja de ancianos y una pareja joven que vivían en el cielo y que crearon la humanidad", señala.

"Los Mapuche, denominaban al eclipse solar como "Malonji ta Antü" (vinieron a tapar al Sol) o "zumiñii Antü" (se oscureció lentamente el Sol). Para ellos los eclipses son pensados como una lucha y por ello, si la pierden sobrevendrán sucesos negativos, lo que ocurre cuando hay un eclipse total. Sin embargo, si el eclipse es parcial, anunciará presagios positivos" agrega Palma.

Rogativas y ceremonias

Para los quechuas y aymaras, los eclipses tienen relación con los conflictos entre el sol y la luna. Un ensayo publicado en la revista Diálogo Andino en el año 2014 escrito por Persis B. Clarkson y Luis Briones Morales, señala que los antiguos pueblos tarapaqueños del norte de Chile creían que un eclipse de sol ocurre porque la luna (agua) lo vence. Para evitar esta muerte, encendían fogatas en los lugares más altos para sí ayudarle a recobrar fuerzas y que volviera a brillar. Si la corona del eclipse era rojiza, esperaban guerras, si ésta era blanca, entonces se preparaban para un año frío y en caso de ser amarilla, días de calor e incendios. Cuando se veía más azul, entonces anticipaba un año lluvioso.

"Los Aymaras se fijaban en sus movimientos para augurar el curso de las estaciones, el régimen de lluvias y la fertilidad de la tierra para el desarrollo de cultivos; incluso consideraban sus efectos en la fecundidad animal", dice Palma.

Ante un eclipse, las comunidades mapuche realizaban rogativas para que no muriera un cacique respetado, uno de los anuncios que se supone traía consigo este evento.

"Lanantu y Lancuyen: literalmente, significa "muerte del Sol" y "muerte de la Luna". La palabra es utilizada durante los eclipses. Si el eclipse es de Sol, se anuncia la muerte de un cacique respetado y querido. En cambio, si el eclipse es de Luna, la muerte es de un cacique enemigo", dice Kong.

Los selk'nam u onas, no adoraban ni al sol ni a la luna, pero sí le temían a la oscuridad. Al igual que el viento y la nieve, éstos son fuerzas que están presentes en la naturaleza. Uno de los mitos de esta cultura tiene al sol y la luna como principales protagonistas. En él, el sol y la luna son una pareja. Durante mucho tiempo la luna (mujer) dominó al sol (hombre) a través de engaños pero cuando éste la descubrió comenzó a perseguirla para matarla. Fue así como muchas mujeres selk nam adultas murieron pero la luna logró saltar al cielo. Desde entonces el sol la persigue sin darle alcance, provocando el día y la noche.

De la Redacción de AIM

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