Repudian a Valdez y acusan a Arjol de pretender traer sus políticas a Misiones

Asociaciones de productores yerbateros señalaron que impulsan políticas que significarán “exclusión y miseria” en la actividad yerbatera y advirtieron del modelo correntino: concentración en pocas empresas que ganan mucho y productores pobres

ABRAZO POLÉMICO. Productores ven en ese gesto la intención del misionero de traer las políticas correntinas acá.

Asociaciones de productores yerbateros de Misiones firmaron un documento manifestando un fuerte repudio a la presencia de gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, quien estuvo el miércoles en Misiones apoyando la candidatura a diputado nacional de Martín Arjol (Juntos por el Cambio).

Señalan que Valdez se opuso a las políticas de protección de los pequeños productores, impulsadas por el Instituto Nacional de la Yerba Mate y que defiende los intereses de dos mega empresas radicadas en aquella provincia, poniendo en peligro la economía de miles de pequeños y medianos productores misioneros, así como de los cosechadores.

A la vez, acusaron al candidato radical Martín Arjol de pretender imitar el modelo político y económico de Valdez en Misiones, lo cual provocaría “exclusión y miseria” en la actividad yerbatera provincial.

El documento fue firmado por Jonas Petterson (Asociación Civil Productores Yerbateros del Norte), Nelson Dalcolmo (Asociación Chimiray) y Marcelo Claudio Hacklander (Unión de Agricultores de Misiones). Por su parte, Hugo Sand, histórico dirigente de APAM (Asociación de Productores Agrarios de Misiones) se manifestó en el mismo sentido.

La ruina de los pequeños

Petterson, Dalcolmo y Hacklander expresaron en un documento que “manifestamos nuestro repudio a la presencia en Misiones del gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, en el marco de una campaña proselitista de respaldo al candidato diputado nacional Martín Arjol”.

“Nuestro rechazo no está basado en una postura política partidaria sino que lo hacemos en el marco de una legítima defensa de nuestros intereses como pequeños y medianos productores”, agregaron.

Afirmaron que Valdés “es considerado como un mensajero de la exclusión y la miseria y tenemos sólidos argumentos para esta afirmación del gobernador”. Lo acusaron de rechazar la resolución 170 del INYM “que tiene como objetivo ordenar la actividad yerbatera proponiendo un esquema equitativo y sustentable para las nuevas plantaciones”. Y recordaron que Valdez amenazó con ir a la Justicia en contra de esa resolución.

También recordaron que el correntino propuso financiar la implantación de 5.000 nuevas hectáreas de yerba mate “poniéndose de lado de 2 o 3 mega empresa yerbateras en desmedro de miles de pequeños y medianos productores” y que, más atrás en el tiempo, el gobierno de Corrientes se había opuesto a la creación del INYM y del envasado en origen.

Advirtieron que “claramente la administración que encabeza Valdez representa una política yerbatera basada en grandes extensiones de cultivos en manos de pocos latifundistas con un sistema de cosecha mecanizado que dejará afuera a miles de pequeños productores y tareferos”.

Y remarcaron que “este señor tuvo el atrevimiento de venir a Misiones y decirnos que tenemos que adoptar ese mismo sistema”.

Críticas a Martín Arjol

También hubo críticas para el candidato de Juntos por el Cambio: “No podemos permitir que el sistema que propone el gobernador de Corrientes y sus aliados sea la salida para la producción de yerba mate porque sabemos muy bien a lo que nos han llevado en épocas pasadas y tampoco podemos dejar pasar por alto el significado de su abrazo con Arjol ya que en ese gesto vemos también el abrazo a una política que alienta el monopolio y aparenta tener en el candidato a diputado nacional un claro referente para intentar trasladar esa manera de hacer política en la provincia de Misiones generando exclusión y miseria en la actividad yerbatera”.

En tanto, Hugo Sand consideró que Valdez “no conoce la actividad yerbatera o es un títere de Las Marías” por su pretensión de desregular la actividad yerbatera.

Fuente: Primera Edición