Con el objetivo de cumplir con los requisitos para la habilitación y posterior comercialización, Biofábrica continúa con las aplicaciones del Bioinsumo Trichoderma en jengibre y tabaco, a la par de dar a conocer a los productores la metodología de uso del producto. Con un cronograma estricto el equipo técnico de la empresa realiza las aplicaciones, registros y mediciones para conocer el efecto que produce en estos cultivos en chacras misioneras. Esta tarea forma parte de los requisitos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) para la habilitación del producto, así ingresar al mercado y comercializar el bioinsumo. El Trichoderma es un hongo benéfico que se produce en el laboratorio de Bioinsumos a base de cepas nativas de la provincia. Una de las líneas de ensayos se realiza con la producción de tabaco con diferentes aplicaciones en las distintas etapas de desarrollo del cultivo. El mismo se lleva adelante desde hace dos años en forma conjunta con la empresa Alliance One, quien con el trabajo de sus técnicos hace el seguimiento de las parcelas seleccionadas y el asesoramiento al productor. Otro proyecto es el jengibre, un cultivo que tiene mucho interés en los últimos tiempos por parte de productores. En este caso el objetivo de buscar un aporte desde el manejo de suelo integrado. Además, Biofábrica proveerá plantines provenientes de micropropagación del laboratorio de vitroplantas, junto al paquete tecnológico completo que abarca la utilización de bioinsumos a través de un acuerdo con el Ministerio del Agro y la Producción. Ampliar el uso de Trichoderma En los últimos años Biofábrica Misiones se encuentra realizando ensayos y mediciones sobre el comportamiento del hongo, tanto en los sustratos utilizados en los viveros, como en campo con resultados alentadores. El principal objetivo es tender a la producción sustentable con la aplicación de biofertilizantes y biofungicidas.
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